Comisiones Obreras Canarias | 17 noviembre 2025.

Los accidentes laborales mortales y graves en Canarias se disparan en los cinco primeros meses del a帽o.

  • Datos preocupantes ante el aumento de los accidentes laborales graves y mortales que se ha producido en Canarias en estos cinco primeros meses del a帽o.

17/07/2025.
Siniestralidad

Siniestralidad

Los datos totales de siniestralidad laboral reflejan que se han producido 21.322 accidentes de trabajo hasta mayo de 2025, lo que representa un 5,54% menos que en el mismo periodo de 2024.

Este buen dato se contrarresta con las quince personas fallecidas, de los cuales trece fueron en su puesto de trabajo y dos en accidente in itinere, lo que supone un aumento del 62.5 % respecto al mismo periodo de 2024, mientras que el número de accidentes graves se ha elevado a noventa y cuatro personas lo que representa un aumento del 64.58% al mismo periodo respecto al 2025.

En contraposición el número de accidentes de trabajo con baja catalogados como leves, fue de 9.950 lo que supone una disminución de un 5.1%.

La valoración de estos datos, muestran una situación discordante con la tendencia de años anteriores donde, la tipología de la consecuencia variaba de forma homogénea en leves, graves y mortales. A mayor número de accidentes leves mayor incidencia a graves y mortales y menor incidencia de accidentes leves una disminución correlativa de la siniestralidad grave y mortal, situación que no se ha producido durante estos primeros cinco meses del año, ya que se ha producido un aumento exponencial de los con mayor consecuencia para la población trabajadora. 

Por ello la interpretación de estos datos puede ser diversa, pero que desde CCOO Canarias consideramos que la disminución de los datos de la siniestralidad laboral de consecuencia leve o sin baja está motiva entre otras causas:

Por la infradeclaración de los accidentes de trabajo al igual que sucede con las enfermedades profesionales, en especial en aquellos accidentes clasificados sin baja o leves, ya que la población trabajadora tiene mayor dificultad de su reconocimiento por parte de las empresas y las mutuas entidades colaboraras de la Seguridad Social responsables de su atención. Debido entre otros motivos a la perdida de la salud derivada por el envejecimiento de la población trabajadora ya que ante patologías crónicas agravadas por las condiciones de trabajo son derivados a los servicios públicos de salud  o los problemas de salud mental derivado de las condiciones de la organización del trabajo no son considerados laborales. 

Mientras que los accidentes graves y mortales, los cuales tienen una mayor dificultad para su ocultación o no reconocimiento reflejan un aumento de las cifras acorde con el aumento de la población trabajadora. Los datos disponibles muestran que se mantienen la casuística de los mismos respecto a años anteriores: Golpe sobre o contra resultado de una caída del trabajador, infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas y colisión con un objeto, vehículo o persona, trabajador en movimiento.

Destaca las siete personas fallecidas por lesiones no traumáticas, que vinculamos a la altas exigencias psico-físicas a la que está expuesta la población trabajadora por el aumento de las cargas de trabajo, el ajuste de plantillas y la falta de adecuación de los tiempos de trabajo a las exigencias, todo ello vinculado a factores de riesgos derivados de la organización del trabajo.

Aunque desde las Administraciones justifican la dificultad de establecer una relación causal directa entre las condiciones de trabajo de las personas trabajadoras con este tipo de accidentes, desde CCOO Canarias vinculamos estos datos a una inadecuada gestión de los riesgos psicosociales y a las carencias en la gestión organizativa de la empresas, donde adquiere especial relevancia los factores de riesgo derivados de una elevada carga de trabajo, ritmos excesivos, jornada laboral a turnos, establecimiento de objetivos difícilmente alcanzables,… que tiene como consecuencias los diecisiete accidentes graves y mortales que se han producido en Canarias por patologías no traumáticas. (7 fallecidos y 10 graves)

Así mismo, el que se mantenga riesgos tradicionales como son caídas a distinto nivel que representan el 40% de los accidentes graves (31 de los 77 contabilizados), pone en evidencia la falta de integración de la cultura preventiva y la baja calidad que prestan los servicios de prevención ajenos, por la mercantilización de su servicio donde se prioriza el coste sobre la calidad del servicio que se presta.

La reducción de la incidencia de los Accidentes de Trabajo con baja en jornada es una buena noticia, pero sus causas no están en una mejora del sistema preventivo sino en un “efecto composición” asociado a las transformaciones que está experimentando el mercado de trabajo. De no producirse cambios estructurales en el sistema preventivo que propicien mejoran en las condiciones de trabajo en las empresas, la evolución de la siniestralidad irá estrictamente ligada a las variaciones de la estructura del mercado de trabajo y cualquier retroceso en este sentido se traducirá en incrementos de la incidencia de los accidentes. Por ello se debe apostar por una mejora en las condiciones de trabajo a través de la inversión y dotación del personal necesario a la demanda de la actividad productiva que se está produciendo. 

Desde CCOO venimos reclamando desde hace años cambios estructurales de un sistema preventivo y reparador que lleva haciendo agua desde hace tiempo y que se puso en evidencia durante la pandemia y que desde la administración no ha puesto medios para corregirlo.

Es necesario legislar de manera particular sobre la prevención de los riesgos psicosociales, y abordarlo, como en el resto de los riesgos laborales bajo la premisa de hacer prevención en origen, gestionando de forma adecuada la organización del trabajo, reduciendo las deficiencias en el diseño, la organización y la gestión del trabajo y como primer paso imprescindible para promover la salud mental y cardiovascular en el ámbito laboral

CCOO Canarias apuesta por la necesidad de impulsar la mejora de las políticas de prevención de riesgos laborales para revertir estas cifras y se produzca una reducción, es vital la implicación de los empresarios y que sean conscientes del coste que supone la falta de integración de la actividad preventiva en los procesos productivos, pero a su vez reforzar políticas activas que refuercen la labor de la Inspección de Trabajo y Seguridad Laboral y las actuaciones que desarrolla el Instituto Canario de Seguridad y Salud Laboral, con el fin de convertir la prevención de riesgos laborales en una prioridad dentro de la agenda política.

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